Thursday, August 3, 2023

El Odio Quiero Matar Al Amor --- Tertulia Stratego August 3, 2023

 

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Maten al Amor

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos los defectos y los vicios, convocó a una reunión urgente de todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito… Cuando estuvieron todos habló el odio y dijo: «Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien»… Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el odio el que estaba hablando y el siempre quiere matar a alguien… Sin embargo, todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar como para que el odio los necesitara a todos.

«Quiero que maten al Amor», dijo. Muchos sonrieron malévolamente, pues más de uno le tenía ganas. El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:» Yo iré y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto… Provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará». Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter, quedaron muy decepcionados. «Lo siento», dijo «lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una Discordia el Amor la superaba y salía adelante»..

Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición, quien haciendo alarde de su poder, dijo: «En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará.» Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente, cayó herida. Pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.

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Furioso el odio por el fracaso de la Ambición envió a los Celos, quienes burlones y perversos, inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido, lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció. Año tras año el odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros.

Envió a la Frialdad, al Egoísmo, al Reproche, la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer, tomaba nueva fuerza y todo lo superaba. El odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a los demás: «Nada que hacer: El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos».

De pronto, desde un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte. «Yo matare al Amor», dijo con seguridad. Todos se preguntaron quién era ese que pretendía hacer por si solo lo que juntos ninguno había podido. El odio dijo, «ve y hazlo»

Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de tanto luchar por fin el AMOR HABÍA MUERTO. Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces, el sentimiento del sombrero negro hablo: «Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado». Y sin decir más, se marchó. «Espera», dijo el odio, «en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo por vivir… ¿¡quien eres?! El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo: «SOY LA RUTINA»………

El verdadero salvador del mundo y su castigo


El 25 de septiembre de 1983 pudo ser el día del fin de la vida en la Tierra. 

La Guerra Fría estaba en su  máximo apogeo y la tensión entre EEUU y la URSS era si cabe aun más grande, tras el derribo de un avión civil surcoreano por parte de cazas soviéticos, con algunos americanos a bordo, y con un balance de 269 muertos. 

El verdadero salvador del mundo y el castigo que por ello mereció

En ese contexto, Stanislav Petrov, Teniente Coronel de la Fuerza de misiles estratégico del Ejercito ruso, se encontraba al mando del bunker Serpukhov-15 en Moscú, desde donde se monitorizaban los cielos soviéticos.

El protocolo indicaba que sí se registraba una amenaza en forma de misil nuclear hacia posiciones de la URSS, el oficial al mando debía inmediatamente ordenar un primer contraataque contra suelo americano e informar a las autoridades. Esa noche se hizo realidad. El ordenador captó lo que identificó como un misil militar lanzado desde EEUU con dirección a Moscú. Petrov estaba sustituyendo a un compañero esa noche, pero tuvo que hacer frente al incidente.

La primera reacción


A pesar de la alarma que se apoderó del bunker, su primera reacción fue de escepticismo. Si Estados Unidos decidía lanzar un ataque, era poco probable que lo hiciera con un solo misil y dando la oportunidad al enemigo de responder. Podía ser un error informático, -el radar ya había fallado antes- así que ordenó suspender la alarma que hubiera lanzado el contraataque y esperar. Pero minutos después, el ordenador informó de un segundo misil, luego de un tercero, un cuarto y un quinto.

Petrov seguía teniendo dudas, pero la presión para que respondiera alcanzó límites extremos. Podía elegir entre seguir su instinto que le indicaba que se trataba de un error, asumiendo que si se equivocaba podían morir miles de rusos en su propio país, o lanzar la respuesta nuclear hacia suelo americano que ordenaba el protocolo estratégico. Optó por lo primero, y cuando pasaron los minutos y fue evidente que había tenido razón, se dieron cuenta de que posiblemente habían evitado la tercera guerra mundial y un posible holocausto nuclear.

El verdadero salvador del mundo y el castigo que por ello mereció

Qué apareció en la investigación posterior


La investigación reveló que el error se debió a un rarísimo alineamiento de rayos solares y nubes que los ordenadores interpretaron como un misil. Petrov sin saberlo había salvado al mundo, pero para sus superiores militares había desobedecido el protocolo de seguridad poniendo en riesgo a sus compatriotas. Además había dejado en mal lugar al sistema. Así que le jubilaron anticipadamente dejándolo con una pensión de 200 dólares al mes y mantuvieron el incidente en secreto hasta 1998.

Años después cuando por fin se conoció la historia, Stanislav Petrov recibió reconocimientos y homenajes incluso de la ONU. Aunque algunos documentos rusos aseguran que nunca un solo hombre podía haber lanzado los misiles, la mayoría de expertos en la Guerra Fría considera que el incidente de septiembre de 1983, por el contexto del momento, el paroxismo existente y los detalles de la situación, fue el instante en el que el mundo estuvo más cerca que nunca de la guerra nuclear. Sin embargo un hombre, Petrov, evito el holocausto nuclear que probablemente hubiera acabado con la vida en este planeta. Muchos lo consideran el héroe más grande de la historia, o por lo menos el mayor héroe de la historia moderna.

El incidente se conoce con el nombre de Equinoccio de Otoño, y tuvo lugar el 26 de septiembre de 1983 en Rusia. Al ser preguntado por que no había dado la alerta, Petrov contesto "La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles".

Fuente: https://bit.ly/3OAtlxK                                                                      Aqui hay un articulo parecido que ya leimos


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